Si por algo se caracteriza el primer trimestre de Matemáticas de 3º es por centrarse en el cálculo. Sumas, restas, multiplicaciones, divisiones... 😣 ¡Qué rollo! Sin embargo, es importante automatizar los algoritmos para poder realizar actividades más complicadas y para usarlas en la vida diaria.
En un intento de amenizar la práctica de las operaciones hemos trabajado con grupos heterogéneos. Se ha divido la clase en cuatro grupos, cada uno de ellos con un "miniteacher" seleccionado con antelación, para trabajar las cuatro operaciones de este trimestre. Todos los alumnos y alumnas, salvo los miniteachers, han ido rotando para pasar por las cuatro operaciones y así poder practicarlas. La función de las y el miniteacher era resolver dudas y corregir las operaciones de los compañeros y compañeras. Eso sí, yo he estado en todo momento dando vueltas, corrigiendo a los miniteachers cuando era necesario y ayudando a los que más dificultades tenían.
El objetivo de la actividad no era únicamente que practicaran las distintas operaciones, sino que se ayudaran entre ellos y aprendieran unos de otros. Está demostrado que, la mayoría de las veces, los alumnos y alumnas aprenden más de sus iguales que de su maestro o maestra, así que teníamos que aprovechar esa baza. Es cierto que durante actividades como esta el "ruido" de la clase aumenta considerablemente, pero es algo que no tiene importancia; hay momentos de silencio y momentos de menos silencio.
Tras la finalización de la actividad hemos realizado una valoración conjunta y, según me han contado, las sensaciones han sido muy positivas.
Me gustaría también felicitar a las personas que han ejercido de miniteachers. Las cuatro lo han hecho muy bien, aunque han confesado que en ocasiones se han sentido agobiadas por tener que comprobar los resultados de los compañeros. No obstante, las cuatro me han asegurado que repetirían y que ahora valoran más el trabajo que las seños y los profes hacen en la clase. ¡Qué bien!
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